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MORIR COMO LOS PÁJAROS
(novela)
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Aplaudo la valentía de Georgina de lanzarse con su personaje al hoyo negro de la pérdida, la rabia, el deseo y la deshonestidad feroz, además de aplaudir el estilo ágil, divertido, vibrante y directo de esta novela.
La calle de las valquirias es la crónica de la caída de una mujer al abismo, de su desaparición ante nuestros ojos. Georgina se atreve a escribir desde la furia, el rencor y el descaro porque la libertad sexual, el desparpajo corporal y el gozo impúdico, son emociones que las mujeres tenemos que vivir a escondidas, con vergüenza y culpa.
Regina Zamorano

Además de una prosa bien trazada, de una imaginación y una franqueza al inspeccionar la realidad, Georgina también ha indagado en la poesía otros derroteros. Su poemario Vislumbres hacia el otro lado (poesía/ritual) nos "arrastra a su habitáculo de sombras" con un lenguaje lleno de imágenes y metáforas, como debe ser la poesía más encumbrada, y nos trastorna ese recorrido hacia lo primigenio y prenatural de nuestra condición humana. Muchos de sus versos son para destacar:
"el bisonte muge desde el ombligo de la grieta
y los hombres imprimen sus manos en los muros,
fascinados por tan prematuro retrato de sí mismos.
y en las rugosidades líquidas
de la pétrea madre cobijante
se anida la boca inaugural de la cronología:
vulva dadora de vida, poderoso orificio
que destierra de sí la humedad subterránea -subcutánea-
en el cuerpo que ha de caminar sobre la tierra...
Hans Giébe

Esta colección de cuentos se saborea como una buena taza de café: intensa al principio, pero cuyo aroma perdura aun después del último sorbo. Georgina ha escogido dos temas para su elocuente narrativa: la primera parte, "estragos", contiene historias ominosas. Empero, aun en la muerte puede encontrarse el buen humor, como en "Por un puñado de pesos". En "progenitores" el lector se halla ante preguntas fundamentales: ¿dónde estamos?, y ¿cómo llegamos aquí? Esta segunda parte se preocupa por el origen; la autora traza un detallado mapa en sus historias que trascienden el papel y nos conduce a través de ellas de la mano de sus personajes.
Karenina Little
Si el lector desea emociones fuertes, tiene el libro correcto en sus manos, pues sentirá la angustia de la muerte que persigue y alcanza, la resignación de quien se va sin desearlo, el miedo que infunde lo que no se sabe qué es. Huela las reses en el rastro, camine por los pasillos del hospital psiquiátrico "La Castañeda", viaje en el tiempo hasta el Paleolítico y contemple las figuras de las cuevas, entre tantos escenarios.
Carlos Chalico

Este libro es de manufactura totalmente artesanal; afortunadamente, los diez ejemplares que editó Georgina están agotados. Esta es la historia de Asurbanipal, rey de Panonia, quien recibe en un implante los brazos de un muerto, y es atormentado en sueños por Aulia, una mujer-ciudad que lo hechiza y lo condena. Más que una fantasía orientalista (pues hay ecos de Estambul, del desierto y de Samarcanda), Las tentaciones de Asurbanipal indaga en el dolor y la pérdida de identidad al tener que vivir con los brazos de un muerto y la transformación de vida que eso conlleva. Hay además en esta breve narración exquisitos detalles eróticos, oníricos y Georgina los teje de tal forma que nunca sabremos si todo lo ocurrido fue soñado por Tarquinia desde lo alto de su baobab, o si fue un engaño de Farafra, la mujer-oasis, o una ilusión de Douala, la mujer-ciudad del Norte.
"Desde entonces los pueblos del oriente no han sabido si Farafra fue alguna vez un oasis o una mujer. O ambos".
Jonás Keller
